lunes, 10 de febrero de 2014

Mioma o fibroma uterino


Un mioma es un tumor benigno, es decir, no canceroso, que crece en el útero, en el tejido muscular. Afecta a un porcentaje muy elevado de las mujeres, se estima que una de cada tres o cuatro mujeres los desarrollan, especialmente entre los 35 y 55 años. El riesgo de que tengan una mala evolución es muy bajo, alrededor de un 0,5%.

Un porcentaje alto de mujeres tienen uno o más fibromas uterinos sin saberlo, esto es, de forma asintomática. Muchas veces los descubren en exploraciones ginecológicas rutinarias lo que permite activar tratamientos cuando las medidas son pequeñas que es cuando más posibilidades hay de revertir el proceso de formación y que desaparezcan. Otras veces se descubren porque la mujer tiene problemas de fertilidad. Y cuando producen síntomas en general suelen ser sangrados uterinos abundantes, hinchazón abdominal y dolor pélvico. Un riesgo directo especialmente cuando el sangrado es excesivo es la anemia.

Se sabe que los estrógenos favorecen la aparición de miomas y como el sobrepeso aumenta los niveles de estrógenos, la obesidad se convierte en una causa potencial añadida. Pero no parece ser una regla fija, en numerosas ocasiones aparecen sin aparente explicación.

Cuando son pequeños y poco numerosos no se suele establecer tratamiento y se programan revisiones de control. Ese inicio es el mejor momento para aplicar la medicina tradicional china, la dieta, los suplementos y la acupuntura.

Cuando producen trastornos, los tratamientos varían desde suplementos de hierro, antiestrogénicos, antiinflamatorios, progesterona para el equilibrio hormonal, anticonceptivos y en si el crecimiento es rápido, produce mucho sangrado y complicaciones se opta por la intervención quirúrgica. Esta intervención no supone, en muchos casos, una histerectomía, sino una extirpación de los fibromas sin alterar el sistema reproductor, lo que significa que la mujer no pierde la capacidad de ser madre.

La medicina tradicional china es eficaz especialmente con los miomas que son pequeños (menores de 6mm) y no han alcanzado tamaños grandes. La actuación se enfoca en un control de la dieta, pérdida de peso si es preciso, descongestión hepática para favorecer la eliminación de los estrógenos, pero también y muy importante, para favorecer el equilibrio emocional. La ira, la frustración, la depresión, el exceso de autocrítica y autoexigencia, la represión y la rabia se consideran como agentes que bloquean y favorecen la aparición de nódulos, quistes y fibromas. Muy importante en las mujeres.


Si se vive con desequilibrio emocional, exceso de trabajo, dolores menstruales, irregularidad en la menstruación, se es especialmente friolera, hay estreñimiento crónico, etc., es adecuado prevenir la aparición de miomas. La prevención es la mejor terapia. Eliminar el estancamiento, el frío y la humedad y resolver la estasis sanguínea es el camino para evitar y solucionar este tipo de problemas ginecológicos.

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