lunes, 10 de febrero de 2014

¿Están indicados los fitoestrógenos cuando hay miomas?

No se ha dado una respuesta rotunda y clara a esta cuestión, y lo primero es puntualizar que la pregunta se plantea en términos de suplementación y no del consumo de verduras y semillas en la dieta.

Se sabe que el crecimiento de los fibromas uterinos o miomas se ve favorecido por los estrógenos. Y según estudios, los fitoestrógenos vegetales como por ejemplo la soja, ampliamente empleada en suplementación, tienen la capacidad de unirse a los receptores de los estrógenos humanos (o endógenos) disminuyendo la unión con estos últimos. La actividad estrogénica de los fitoestrógenos es mucho más baja comparativamente con los estrógenos humanos lo que significaría que el efecto estrogénico global es menor. Existen opiniones que, basándose en este principio, aconsejan el empleo de esta suplementación.

Sin embargo, hay otra corriente de opinión, entre la que me cuento yo, que no es partidaria de suplementar con fitoestrógenos cuando hay miomas  porque de alguna manera actuamos en el sentido de estimular esta actividad estrogénica. El tratamiento elegido se centra en la disminución de los estrógenos a través de un correcto funcionamiento hepático, porque es en el hígado donde los estrógenos, o su exceso, se desarticulan. Un hígado congestionado no realizará esta función y propiciará el aumento de los estrógenos en circulación. Este principio coincide con la medicina tradicional china que desde hace siglos sabe que un hígado bloqueado favorece la aparición de quistes y fibromas aunque no tuviera medios para analizar el por qué del proceso.


Además de trabajar sobre el hígado el protocolo debe complementarse según cada caso concreto y actuar en un sentido más amplio que el estrictamente hepático.

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