No se ha dado una respuesta rotunda y clara
a esta cuestión, y lo primero es puntualizar que la pregunta se plantea en
términos de suplementación y no del consumo de verduras y semillas en la dieta.
Se sabe que el crecimiento de los fibromas
uterinos o miomas se ve favorecido por los estrógenos. Y según estudios, los
fitoestrógenos vegetales como por ejemplo la soja, ampliamente empleada en
suplementación, tienen la capacidad de unirse a los receptores de los
estrógenos humanos (o endógenos) disminuyendo la unión con estos últimos. La
actividad estrogénica de los fitoestrógenos es mucho más baja comparativamente
con los estrógenos humanos lo que significaría que el efecto estrogénico global
es menor. Existen opiniones que, basándose en este principio, aconsejan el
empleo de esta suplementación.
Sin embargo, hay otra corriente de opinión,
entre la que me cuento yo, que no es partidaria de suplementar con
fitoestrógenos cuando hay miomas porque
de alguna manera actuamos en el sentido de estimular esta actividad
estrogénica. El tratamiento elegido se centra en la disminución de los
estrógenos a través de un correcto funcionamiento hepático, porque es en el
hígado donde los estrógenos, o su exceso, se desarticulan. Un hígado
congestionado no realizará esta función y propiciará el aumento de los
estrógenos en circulación. Este principio coincide con la medicina tradicional
china que desde hace siglos sabe que un hígado bloqueado favorece la aparición
de quistes y fibromas aunque no tuviera medios para analizar el por qué del
proceso.
Además de trabajar sobre el hígado el
protocolo debe complementarse según cada caso concreto y actuar en un sentido
más amplio que el estrictamente hepático.
No hay comentarios:
Publicar un comentario