El principal factor de obesidad y sobrepeso
en occidente es la ansiedad. Sin embargo, comer compulsivamente y de forma
rápida, picar fuera de horas constantemente incluso cuando se está saciado e
ingerir cantidades considerables de alimentos concretos como los dulces y el
chocolate no es exclusivo de las personas que por culpa de estos hábitos
aumentan de peso.
La ansiedad difícilmente se corregirá por sí
misma, es más, con el tiempo puede aumentar y hacerse crónica en forma de patrones
mentales. El problema con la comida, que constituye una de las válvulas de
escape de la ansiedad sin la cual muchas personas podrían verse abocadas a
trastornos psíquicos más graves, es un riesgo para la salud obvio por lo que
supone la ingesta de cantidades nocivas de ingredientes, pero también, para la
salud mental ya que el sobrepeso, la celulitis y a fin de cuentas la estética
en el sentido de no gustarse, pueden incrementar en gran medida la ansiedad y
mermar la autoestima y la autoconfianza.
Para corregir la ansiedad es preciso
intervenir. La dieta es imprescindible modificarla pero si eso pudiera hacerse
ya no estaríamos hablando de ansiedad con la comida. La misma persona ejercería
un control que no posee. La estrategia es hacer modificaciones asumibles y no
obligar a represiones que solo incrementarían los ataques de ansiedad. Primero
hay que rebajar la ansiedad para afrontar con éxito el control de la comida.
En medicina natural, un plan de
desintoxicación orgánica que no requiere ninguna voluntad sobrehumana es
imprescindible. Cuando hay ansiedad que se focaliza en la comida siempre hay
acumulaciones de tóxicos que deben drenarse o de lo contrario, la voluntad y la
psique permanecerán bloqueados.
La acupuntura resulta un medio excelente para
equilibrar la parte emocional y psíquica del individuo y regular los órganos
internos.
La suplementación natural combinada con la
fitoterapia china ofrece unos resultados superiores.
Si la ansiedad que se sufre tiene su origen
en el estrés de la vida laboral y del entorno en general probablemente se
logrará controlar casi en su totalidad, pero si el origen, como causa principal
y mayor, reside en la propia psique la terapia psicológica será muy
recomendable.
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